Programa del curso
I. Vivace ma non troppo
El primer movimiento de la primera sonata de Brahms exige moderación; el tempo es "vivo pero no demasiado", el tema de apertura es "mezza voce", y el sonido del violín debe ser aéreo y enérgico pero velado. Las horquillas se refieren generalmente tanto al volumen como al rubato, mientras que los destinos armónicos de la pieza facilitan los cambios de color. Jackiw ofrece en esta lección una visión general de toda la sonata, así como de la forma en que Brahms utiliza los gestos para contar una historia en el primer movimiento.
II. Adagio
La calidez y el confort que Brahms aporta a este movimiento se ven interrumpidos por una marcha ominosa, que señala el imparable paso del tiempo. Jackiw señala las características que hacen que este movimiento sea único y característico del estilo de Brahms: la tonalidad de mi bemol mayor nos lleva a un estado de ánimo más oscuro con su falta de cuerdas al aire, y la indicación "poco forte" desconcierta rutinariamente al intérprete. Stefan Jackiw señala los detalles a los que hay que prestar atención y cómo crear un arco narrativo para su interpretación.
III. Allegro molto moderato
El tercer y último movimiento de la primera sonata para violín de Brahms está teñido de matices de ansiedad y nostalgia, dando paso a una aceptación del paso del tiempo. Aquí, la parte de piano es en gran parte la misma que en su canción "Regenlied", y la forma consiste en un estribillo alternado por episodios, cada uno de los cuales reflexiona sobre un recuerdo particular. Stefan Jackiw dilucida el carácter específico necesario para satisfacer tanto la marca de tempo contradictoria como el programa: contemplativo, con gravedad, y un vibrato sutil y estrecho.
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